miércoles, 2 de febrero de 2011

Sufrimiento y al final un objetivo cumplido


Semana dura, muy dura. Tras el descalabro contra el Osasuna, donde otra vez se vio a un equipo bajo mínimos en físico. Di María no vuela por el campo, Cristiano no tiene esa chispa, esa punta de velocidad de la que se deshacía de sus defensores, Özil está intermitente como toda la temporada y Benzema, aunque ha mejorado su rendimiento, sigue sin explotar. Para colmo, un centro del campo formado por Lass y Khedira, ante la baja de Xabi Alonso, no fue capaz de llevar la manija del encuentro.

El Osasuna fue creyéndoselo, hasta que Camuñas encontró el gol. Como cuando en el partido del Almería pero está vez elevado al cuadrado. Para prueba el cambio de Mou, introduciendo a Adebayor, al irreconocible Kaka y un mermado Xabi Alonso. El Osasuna aguantó sin apenas problemas el resultado, incluso estuvo a punto de meter el segundo, pero Arbeloa lo sacó de la línea.

La distancia es importante, pero no definitiva. Lo que preocupa es la tendencia que ha cogido el Barça, que destroza a sus adversarios, y la del Madrid, sobre todo en el aspecto físico.

El partido del Sevilla, Mou ha reconocido que el equipo salió a jugar con el resultado. Hoy concretamente daba imagen del Inter del año pasado, poderoso en la defensa, que a pesar del dominio del balón por parte del Sevilla, no ha concedido ninguna ocasión clara de gol, excepto el gol anulado a Negredo. Mientras el Madrid esperaba un contragolpe para rematar el partido.

Pero cuando tus jugadores de ataques, uno está fisicamente muerto como el caso de Di María, un Ozil, intermitente y que debería apoyar más al centro del campo y el caso más sangrante de todos, Cristiano Ronaldo, la estrella, que en mi opinión ha jugado uno de sus peores partidos con la camiseta blanca. Apenas desbordaba y ha estado fallón al remate. En cambio, Benzema ha jugado un buen partido, bastante participativo, y que hasta salió ovacionado del Bernabéu, al igual que Khedira, donde el alemán, tocado durante la segunda parte, cumplió con su trabajo defensivo e incluso dio en un grandísimo pase a Ozil, la asistencia del primer gol.

Enero y la copa han hecho daño, pero aunque el equipo se ve alejado en la liga, ha cumplido el objetivo de llegar a una final, que además será histórica, un Madrid-Barça 21 años después, siendo ambos los mejores equipos del mundo en este momento. Hay que ver si el equipo recupera el aliento tras enero y llega en óptimas condiciones para la Champions.