jueves, 6 de septiembre de 2012

Nuevos, títulos y tristeza.




Empecemos por lo menos importante. Cristiano está triste. En su sueño por convertirse en el mejor de la historia, se ha cruzado  un obstáculo argentino que da patadas al balón en la ciudad condal. E incluso un manchego compañero suyo. Y lo que más le duele, siente que no es el jefe del equipo. No le basta ser su estrella, ni su  máximo goleador, ni siquiera en su niño mimado. Quiere ser el jefe del vestuario. O eso interpreto yo. Según ciertos sectores de la prensa, algunos de dudosa fiabilidad, tiene enfrentamientos continuos con los españoles e incluso ha roto su amistad con Marcelo. De momento son rumores y la claridad brilla por su ausencia.


Lo que verdaderamente es criticable de Cristiano no es una desmesurada ambición para alimentar al poderoso ego del un jugador “rico y guapo”. Es su traición al vestuario, a su entrenador, a la institución que le paga, a Florentino y especialmente, a una afición que le ovacionó mientras se iba cojeando, a pesar de no haber celebrado sus dos goles. Conflictos, crisis, discusiones y enfados, son comunes a todos los vestuarios del mundo, desde el Madrid hasta un equipo de barrio. Incluso los hay en Cataluña.


Dicho esto paso a celebrar el esperanzador buen comienzo de Luka Modric, jugador que demuestra que tiene aptitudes para ser importante en este equipo. No está a tope, pero demostró buen movimiento entre líneas y toque. Él y la pegada de Cristiano fue lo más reseñable en el soso partido contra el Granada.


Deseamos suerte a Esteban Granero, jugador que se merece un post aparte para realzar una estancia quizá un poco desaprovechada, pero totalmente llena de compromiso. Inglaterra gana a un muy buen jugador. Lass en cambio, a pesar de desearle que triunfe en Rusia, no creo que el Madrid lamente su marcha. Jugador introvertido y poco comprometido, lleno de aptitudes físicas y técnicas, pero sin orden táctico, esencial en su posición. Essien me parece un fenomenal recambio, aunque una incognita por su estado físico. No creo que sea ese jugador que abarcaba todo el campo, con grandes facultades físicas ya mermadas por una lesión de rodilla. Versátil, recorrido y buena llegada al área, también puede jugar de lateral derecho o incluso de central.


Y por último celebrar un nuevo título a las vitrinas blancas. Una Supercopa no es un gran título, pero le da lustre que se gané al Barça, quitándole las ganas de celebrar un trofeo en el Bernabéu. Primera parte donde se arrolló a los catalanes,  y cuando la gasolina se agotó, buen manejo defensivo del resultado, apurando demasiado. Es una advertencia, si el Madrid está al cien por cien físicamente, no va haber quien le pare.