Empecemos por lo menos importante. Cristiano está triste. En
su sueño por convertirse en el mejor de la historia, se ha cruzado un obstáculo argentino que da patadas al balón
en la ciudad condal. E incluso un manchego compañero suyo. Y lo que más le
duele, siente que no es el jefe del equipo. No le basta ser su estrella, ni
su máximo goleador, ni siquiera en su
niño mimado. Quiere ser el jefe del vestuario. O eso interpreto yo. Según
ciertos sectores de la prensa, algunos de dudosa fiabilidad, tiene
enfrentamientos continuos con los españoles e incluso ha roto su amistad con Marcelo.
De momento son rumores y la claridad brilla por su ausencia.
Lo que verdaderamente es criticable de Cristiano no es una
desmesurada ambición para alimentar al poderoso ego del un jugador “rico y
guapo”. Es su traición al vestuario, a su entrenador, a la institución que le
paga, a Florentino y especialmente, a una afición que le ovacionó mientras se
iba cojeando, a pesar de no haber celebrado sus dos goles. Conflictos, crisis,
discusiones y enfados, son comunes a todos los vestuarios del mundo, desde el
Madrid hasta un equipo de barrio. Incluso los hay en Cataluña.
Dicho esto paso a celebrar el esperanzador buen comienzo de
Luka Modric, jugador que demuestra que tiene aptitudes para ser importante en
este equipo. No está a tope, pero demostró buen movimiento entre líneas y toque.
Él y la pegada de Cristiano fue lo más reseñable en el soso partido contra el
Granada.
Deseamos suerte a Esteban Granero, jugador que se merece un
post aparte para realzar una estancia quizá un poco desaprovechada, pero totalmente
llena de compromiso. Inglaterra gana a un muy buen jugador. Lass en cambio, a
pesar de desearle que triunfe en Rusia, no creo que el Madrid lamente su marcha.
Jugador introvertido y poco comprometido, lleno de aptitudes físicas y técnicas,
pero sin orden táctico, esencial en su posición. Essien me parece un fenomenal
recambio, aunque una incognita por su estado físico. No creo que sea ese jugador
que abarcaba todo el campo, con grandes facultades físicas ya mermadas por una
lesión de rodilla. Versátil, recorrido y buena llegada al área, también puede
jugar de lateral derecho o incluso de central.
Y por último celebrar un nuevo título a las vitrinas
blancas. Una Supercopa no es un gran título, pero le da lustre que se gané al
Barça, quitándole las ganas de celebrar un trofeo en el Bernabéu. Primera parte
donde se arrolló a los catalanes, y
cuando la gasolina se agotó, buen manejo defensivo del resultado, apurando
demasiado. Es una advertencia, si el Madrid está al cien por cien físicamente,
no va haber quien le pare.